Indemnización por daños causados por animales: guía legal

Los daños causados por animales pueden generar conflictos legales complejos, especialmente cuando se ven involucradas personas, vehículos o bienes. Desde accidentes de tráfico hasta ataques de perros, muchos desconocen que es posible reclamar una indemnización si el daño fue provocado por un animal, ya sea doméstico, salvaje o de granja.

En este artículo te explicamos el régimen jurídico aplicable, las pruebas necesarias y cómo actuar para recibir una indemnización por daños y perjuicios. 

¿Cuándo puedes reclamar una indemnización por animales?

Puedes reclamar si has sufrido un accidente de tráfico, una agresión física o un perjuicio material causado por animales, siempre que se pueda identificar al responsable o haya negligencia clara.

Casos comunes que tratamos:

• Accidentes de tráfico causados por animales de granja como vacas, ovejas o caballos.

• Accidentes de tráfico provocados por un perro suelto sin supervisión en parques caninos o en la vía pública.

• Colisiones con animales salvajes en carreteras mal señalizadas o sin medidas de seguridad adecuadas.

• Daños causados por animales domésticos o animales de trabajo, como caballos o mulas.

En cualquiera de estos supuestos, el propietario o responsable del animal puede ser considerado responsable legal, y debes reclamar para proteger tus derechos.

¿Qué puedes reclamar?

El alcance de la indemnización por daños y perjuicios puede ser amplio, e incluir:

• Lesiones físicas: gastos médicos, rehabilitación, dolor, secuelas y bajas laborales.

• Daños materiales: gafas, móviles, vehículos o ropa rota.

• Perjuicios profesionales: pérdida de ingresos por no poder trabajar.

• Costes adicionales: transporte, terapias o asistencia en el hogar.

En un accidente de tráfico provocado por un animal, también puedes reclamar al seguro de tu vehículo o del responsable si su cobertura lo contempla.

¿Qué hacer justo después del accidente?

Para proteger tus derechos, sigue estos pasos clave:

1. No abandones el lugar del accidente hasta recopilar pruebas y datos.

2. Llama a los servicios públicos (policía local, Guardia Civil, etc.) para dejar constancia del hecho.

3. Haz fotos del lugar, del animal implicado y de los daños.

4. Acude a un centro médico y guarda todos los informes.

5. Averigua, si puedes, quién es el propietario del animal.

6. Consulta con un abogado especializado para valorar el caso y comenzar el proceso de reclamación.

¿Quién es el responsable legal en el caso?

El propietario del animal o la persona que lo tenía bajo su custodia en el momento de los hechos es, por norma general, quien debe responder por los daños causados.

Esto incluye tanto a particulares como a entidades o servicios públicos, si el funcionamiento normal o anormal de sus instalaciones o actuaciones facilita el daño (por ejemplo, una verja rota en un parque municipal donde se escapa un animal de compañía).

Además, ciertas razas potencialmente peligrosas requieren atención especial. Tener un perro de estas características implica mayores exigencias de vigilancia. No cumplirlas puede agravar la responsabilidad.

¿Qué pasa si no hay dueño?

Si el animal es salvaje o no se identifica a ningún propietario, se puede estudiar la responsabilidad de la administración pública, especialmente si no se han tomado las medidas necesarias para evitar el daño.

Por ejemplo, si un jabalí cruza una carretera sin señalización, o si un animal de granja se escapa por una valla mal cerrada, podría haber responsabilidad del dueño del terreno o del ayuntamiento. Aquí puede iniciarse un procedimiento administrativo común para reclamar por el funcionamiento anormal del servicio o gestión pública.

¿Y si no puedes reclamar directamente?

En situaciones más complejas, como la falta de seguro del propietario o el desconocimiento de quién es, se puede solicitar la intervención del Consorcio de Compensación de Seguros, especialmente en casos de accidentes de tráfico con daños personales.

¿Qué plazos tienes?

El plazo para reclamar suele ser de un año desde la estabilización de las lesiones o desde que conoces el alcance de los daños. Este plazo puede variar en función del procedimiento, así que es recomendable actuar con rapidez.

Mejores prácticas para evitar problemas

Para reducir riesgos y facilitar futuras reclamaciones:

• Si tienes un animal de compañía, asegúrate de cumplir todas las normas locales.

• Usa correa en espacios públicos y evita llevar a tu perro sin supervisión por parques caninos o calles transitadas.

• Si eres víctima de un incidente, reúne toda la documentación posible y contacta con profesionales del sector.

• Revisa tu póliza de seguro para incluir coberturas por daños causados por animales.

Sufrir un accidente o lesión por culpa de un animal puede ser una experiencia inesperada y angustiante. Ya se trate de un animal doméstico, un animal de granja o incluso un animal salvaje, el régimen jurídico te protege y te permite reclamar una indemnización justa.

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